Cada invierno se repite una amenaza silenciosa en miles de hogares argentinos: el monóxido de carbono. Sin olor, sin color, sin sabor, este gas tóxico se cobra vidas cada año, especialmente en los meses de bajas temperaturas. ¿Por qué se produce? ¿Cómo afecta a la salud? ¿Qué hacer para evitarlo?
¿QUÉ ES EL MONÓXIDO DE CARBONO?
El monóxido de carbono (CO) es un gas altamente venenoso que se genera por la combustión incompleta de materiales orgánicos, como gas, carbón, kerosene, leña o nafta. Esto puede suceder cuando los artefactos que usamos a diario —como calefactores, cocinas, termotanques o braseros— no tienen la ventilación adecuada o están mal instalados.
Al no ser visible ni tener olor o sabor, es indetectable sin dispositivos específicos. Por eso se lo conoce como «el asesino silencioso».
EFECTOS EN LA SALUD: ¿POR QUÉ ES TAN PELIGROSO?
Cuando se inhala, el CO desplaza al oxígeno en la sangre, generando una intoxicación que puede ser leve o fatal. Los síntomas iniciales son inespecíficos, y muchas veces se confunden con un resfrío, intoxicación alimentaria o simple cansancio.
Principales síntomas:
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Náuseas y vómitos
- Debilidad muscular
- Confusión
- Pérdida del conocimiento
- Convulsiones
- Muerte por paro cardiorrespiratorio en casos graves
En ambientes cerrados y sin ventilación, la intoxicación puede avanzar rápidamente. Dormir con una estufa encendida puede ser mortal si hay una fuga.

CASOS EN ARGENTINA: VÍCTIMAS REALES DE UNA AMENAZA EVITABLE
Lamentablemente, todos los años se reportan casos fatales:
- Villa Devoto, CABA (1 julio 2025): Murieron 5 personas (cuatro adultos y una niña de 4 años), salvándose un bebé de 1 año; todas víctimas de una fuga de monóxido por un calefón defectuoso en una casa totalmente cerrada
- Córdoba Capital (3 julio 2025): Un hombre de 78 años ingresó al hospital con síntomas de intoxicación y falleció por inhalar CO en su hogar
Cada una de estas historias deja la misma lección: el CO es mortal, pero la mayoría de los casos se pueden prevenir.
CÓMO PREVENIR INTOXICACIONES
La clave está en la prevención y el control. El Ministerio de Salud y Defensa Civil recomiendan:
Recomendaciones prácticas:
- Revisar todos los artefactos a gas con un gasista matriculado al menos una vez al año.
- Asegurarse de que la llama sea azul. Si es anaranjada o amarilla, puede haber mal funcionamiento.
- No usar hornallas, hornos o braseros para calefaccionar ambientes.
- Ventilar los ambientes todos los días, incluso en invierno.
- No obstruir rejillas de ventilación.
- Dormir con la puerta entreabierta si hay calefacción a gas.
- Instalar detectores de monóxido de carbono certificados.
¿QUÉ HACER EN CASO DE SOSPECHA?
Si sospechás una intoxicación:
- Apagá todos los artefactos que puedan generar monóxido.
- Abrí puertas y ventanas inmediatamente.
- Salí del lugar y llevá contigo a las demás personas afectadas.
- Llamá al 911 o a emergencias médicas.
- Acudí a una guardia para un análisis de sangre (carboxihemoglobina) que detecta exposición al CO.
¿SABÍAS ESTO?
Según datos de hospitales públicos, el 80% de los casos de intoxicación por monóxido ocurren en viviendas particulares durante el otoño e invierno.
El monóxido afecta más a niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias o cardíacas.
UN PELIGRO CADA INVIERNO, UNA PREVENCIÓN QUE SALVA VIDAS
Aunque invisible, el monóxido de carbono se cobra más vidas que muchos accidentes de tránsito en época invernal. Una revisión a tiempo, una ventilación diaria y un detector pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
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